Nuevas evidencias científicas
El zumo de naranja no contribuye a un aumento de peso ni a la obesidad. Al contrario: los participantes de un estudio en el que tomaron zumo de naranja tres veces al día con las comidas registraron una pérdida neta de grasa corporal de -0,3kg de media.1
Los participantes en un ensayo de 8 semanas de duración3 que tomaron zumo de naranja sanguina (alto en licopeno) de forma diaria registraron una presión arterial y resistencia a la insulina estadísticamente más bajas.
El zumo de naranja es mucho más rico en micronutrientes como la vitamina C y el potasio, que ayuda a mantener una presión arterial normal.
El zumo de naranja puede fomentar la transformación del colesterol libre a colesterol de lipoproteínas de alta densidad,2 para favorecer la salud cardiaca normal.
El mismo estudio4 reveló que tomar zumo de naranja de forma diaria puede derivar en un mayor control glucémico debido al bajo IG comparado con otros alimentos: un vaso pequeño de zumo tiene un IG y una CG más bajos que un plátano.5
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